Los techos de los edificios que hacemos los que nos dedicamos a la construcción de tejados en Valencia determinan en gran medida la protección que ofrecen respecto de las condiciones meteorológicas. Construir un buen tejado disminuye el calor en verano y el frío en invierno y aísla de las inclemencias quizá más que ningún otro elemento de la estructura del edificio.
El tipo de cubierta según su estructura y material condiciona cómo responderá a distintas situaciones. Las cubiertas planas se usan mucho en el norte de Europa, incluso donde llueve a menudo, porque los sistemas de aislamiento anti humedad han evolucionado y ya no es un problema que se acumule el agua. La nieve, de hecho, funciona incluso como aislante cuando el frío es extremo, como ocurre con el hielo de los iglús.
Sin embargo, las cubiertas inclinadas que también usamos en la construcción de tejados en Valencia son más tradicionales y muy útiles para evacuar aguas, hechas con todo tipo de materiales. Una de las formas de hacer el tejado más protector es alargar un faldón más allá del plano de la pared. A esto lo llamamos alero. Esto también se da en cubiertas planas como la llamada cubierta a la catalana, donde el faldón sobresale algo menos, habitualmente, que en las cubiertas inclinadas.
Cuanto más resistente es un material, menos inclinación necesita para cubrir bien el espacio. Las de cemento o cinc suelen tener menos de un treinta por ciento de inclinación, mientras que las tejas de barro pueden encontrarse con inclinaciones de hasta un sesenta.
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